Confío plenamente en que el otro sabe qué es lo que más le conviene, lo mejor para él. Dejo ser y dejo hacer. Respeto la unidad de vida que es el otro, la misión de Dios en él, el karma que tiene que atravesar. La confianza genera más confianza. La confianza lo acerca más a su corazón, a su propia estima. La confianza siempre construye. Genera el ambiente necesario para hacer crecer el amor y la autoestima. Cuando confías, no interfieres.
Hay una misteriosa profundidad en el origen de todo. Un misterioso amanecer de sabiduría, de amor. El amor conduce todo y está por encima de la luz y de la oscuridad, de la sabiduría y de la ignorancia, del pasado y del futuro. El amor dulce y eterno subyace en cada rostro, en cada partícula de creación. El mejor día es aquel en el que el corazón conduce mis pasos, guía mis sentidos. Todo lo aparente, todo lo relativo, es ilusorio, es maya, una poderosa fuerza que nos ata a lo mundano y detrás de la cual también está Dios. Shiva juega a ser entre las poderosas fortalezas de la ignorancia, entre los muros de la ceguera. Todo lo que aparentemente es, es una poderosa ilusión. Toda posición es una aparente ilusión.